Hi ha molts temes sobre els que vull escriure diàriament i no ho puc fer per falta de temps. Avui he decidit fer només quatre línies d’algunes de les coses que tinc acumulades dels darrers dies.
Dissabte vaig assistir a la presentació a Ulldecona del nou llibre de Joan Roig, “Els nobles del Montsià” publicat per l’editorial Onada. He començat ja a llegir-lo i espero poder-vos fer un comentari bastant més llarg en una propera entrada.
Aquesta setmana s’ha anunciat que s’adeqüarà una sala per a parts naturals a l’Hospital Verge de la Cinta de Tortosa. Som pioners junt amb altres hospitals catalans. Una molt bona notícia per a totes aquelles dones que vulguin escollir aquesta opció.
Avui, els embassaments de les conques internes de Catalunya estan al 22,6% de la seva capacitat, un 1% més que fa una setmana, gràcies a les darreres pluges, que faran possible allunyar uns dies més l'entrada en fase d'emergència per la sequera, que s'activarà quan el nivell dels pantans descendeixi per sota del 20%.
La setmana passada vam aprovar al Parlament la Llei del dret de les dones a eradicar la violència masclista. Va ser un moment viscut amb molta intensitat. Un pas més en la lluita contra aquesta xacra de la nostra societat.
I, acabo saltant-me les desqualificacions masclistes i carques sobre la nova ministra de Defensa i sobre la nova ministra d’Igualtat. Sense comentaris. Cap de les persones i/o dels mitjans que les han fet mereixen un minut del nostre temps. En canvi, sí m’agradaria reproduir una carta de Maria Ángeles Martín Gallego, d’Alcalà d’Henares, que avui publicava el País.
Estos días he escuchado muchos comentarios sobre las nuevas ministras, especialmente referidos a su condición femenina y a su juventud. ¿Creen que una mujer de 31 años no sabe lo que es o debería ser la igualdad?
Pues imagine, por un momento, que es usted una mujer española cualquiera, residente en una ciudad cualquiera, recién casada, con estudios superiores, cursos y másteres en su haber, que domina varios idiomas y con una gran capacidad de trabajo, a los 28 años de edad, frente a una empresa cualquiera, en busca de su primer empleo.
Imagine ahora que una de las preguntas que el entrevistador va a formularle a usted es, casi con total seguridad: "¿Piensa usted tener hijos pronto?". ¡Vaya por Dios! Debería usted meditar la respuesta ¿verdad? A lo mejor en ese momento pensaría usted que, de ser su respuesta afirmativa, probablemente no la contraten. O que si responde que no, cuando en un futuro sea usted madre, no le renueven el contrato. O que si se lo renuevan, probablemente usted no alcance nunca un puesto de responsabilidad en la empresa. O que si lo alcanza, después de años de trabajar a fondo, no podrá evitar ciertos comentarios de sus compañeros, "¡A saber qué habrá hecho ésta!". Su respuesta será: no, no pienso tenerlos por ahora. Puede que en ese u otro momento se acuerde usted también de aquel novio suyo al que le molestaba mucho que llevara minifalda, o de su vecina del 5º, a la que su marido le pone la mano encima, o de su abuela, que no fue a la Universidad porque no estaba bien visto, o de su madre que crió a tres hijos, trabajó fuera y dentro de casa, cuidó ella sola a su padre enfermo a pesar de tener hermanos varones, y ahora se hace cargo de sus nietos para que sus hijas puedan trabajar.
No hace falta ir muy atrás en el tiempo, porque esto pasa hoy. Mucho hemos conseguido, sí, pero mucho queda por hacer. Porque si la nombran a usted ministra, sepa que "la aceptarán como animal de compañía" y entrará usted a formar parte de "un batallón de modistillas", entre otras lindezas. Ánimo, Bibiana
dilluns, 21 d’abril del 2008
COSES DIVERSES
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